domingo, 16 de junio de 2013
Ola de calor
Ha caído el calor sobre las calles
como siempre de golpe, sin sorpresa
revienta los termómetros de junio
derrite las junturas de las losas
y anula las más fuertes voluntades.
Dicen hoy las noticias
que las autoridades sanitarias
de este sur de calor desmesurado
alertan nuevamente del peligro
de la próxima ola de calor,
se anuncian varias muertes esperadas
entre la población de mayor riesgo:
los viejos solitarios,
los niños sin recursos,
la gente que se aloja
en zonas marginales
(los techos de uralita
cuecen a fuego lento)
Despliegan los programas oportunos
para la prevención de lo de siempre
salvo que, como siempre, queda intacta
la pobreza en su sitio habitual
con su insana y habitual tendencia
a morir por un golpe de calor.
Un gorrión ha impactado sin ruido
en la acera, a dos palmos de mis pies
desde un alero cercano
o desde su último vuelo:
la víctima primera
de este nuevo verano.
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Ahora empezarán con la misma estúpida e insultante cantinela de todos los veranos. "Pónganse a la sombra. Eviten, sobre todo si viven en Sevilla, salir a las tres de la tarde con bufanda de lana y guantes. Beban, beban como los peces en el río, hidrátense por dios... El Estado tutelándonos como si fuéramos gilipollas, pero recortando a diestro y siniestro (sobre todo a siniestro). Beban, beban que este año hay agua en abundancia, pero ni se les ocurra abusar del aire acondicionado ni caer enfermos por un golpe de calor porque le hemos subido la tarifa eléctrica y le hemos cerrado su ambulatorio...
ResponderEliminarGanas me dan de coger el megáfono e irme a allá donde los del tijeretazo veranean para decirles cuatro cositas... Pero es inútil, no tengo embarcación que me acerque a sus yates.
Salud, amiga.
Todos los veranos se pone en marcha el plan de prevención de los efectos del calor sobre la población. En sí mismo está bien la cosa, si no fuera porque de antemano se sabe dónde golpea y, en efecto, es sobre quienes sufren los golpes de calor sin posibilidad, no ya de irse a playas, piscinas o zonas fresquitas, sino sin posibilidad de tener aire acondicionado o un techo bien aislado, o un techo y punto... A mí no me indigna que se den instrucciones que traten de proteger en lo posible a la gente, me indigna que, simultáneamente, se recorten hasta lo insufrible las escasas prestaciones que había y que, a duras penas, conseguían paliar algo de penurias. Justo donde pones el dedo.
ResponderEliminarSi quieres, nos acercamos nadando a los yates con el megáfono y les decimos esas cositas :)
(Perdona, trato de desdramatizar un poco)
Salud, Loam.
Vale... Pero... ¡me pido el flotador del patito!
EliminarBueeeno...vaaale... (me parto de risa)
EliminarEl verano y el calor para mí son una tortura.Pero tu poema bien vale pasar un poco de calor.
ResponderEliminarEn unas vacaciones que pasé en Almuñécar, me desencanté tanto del paisaje y la playa, que recordando el poema de Paul Valèry, escribí esta tontuna.
COSTA DEL SUR
Resbala el sol, por la ladera abrupta
y su luz y su fuego, se deslizan
como una leve lava, en la montaña
y desgarran, sin prisas, a su paso
toda vegetación y toda vida.
No se ven, los pinos ni las tumbas,
entre los que se pierdan las palomas.
Lánguido, cae el alcor, desparramado,
en un erial desierto de guijarros,
a los que pule, con lentitud, el mar.
El perdurable mar. El mar de Valéry,
que resucita de nuevo, en cada ola.
Es mediodía y de los dioses, en llamas
azuladas y breves, caen las sombras
mientras se desvanece su memoria
entre el sopor, el tedio y el olvido.
Beso
¿Tontuna? ¿y dónde tienes más tontunas que pueda leer? ¿dónde las dejas?
EliminarMe gusta mucho este poema tuyo y te agradezco el regalo de dejarlo aquí.
¿Conoces Almería? Yo me crié al sol y al calor de allí, se ajusta muy bien también a "...esas sombras de los dioses que caen a mediodía en llamas..." En los mediodías de los próximos meses recordaré estas imágenes de tu verano en Almuñécar.
Un beso, 81