domingo, 30 de enero de 2011

El peso de mi planeta


Viví en Sirio unos cuantos años. O a la luz de esa estrella.
Me acostumbré al tiempo sin medidas fijas, a los espacios ilimitados, al movimiento sin peso.

Se ha quedado un hueco en toda la casa, lo he notado ahora, lo noto siempre porque siempre miro sorprendida los restos de los naufragios, como si no los esperara pese a saber que acechan, que siguen de forma inevitable a las calmadas navegaciones...
Como siempre, hace un rato he mirado sin creerlo estos despojos en la playa: la guitarra con su postura de estar a medio sentar en la silla, la cama abierta, los libros desperdigados, las tazas de propaganda con dibujos de Forges... Esas cosas ya sin alma, que son mías y no las reconozco, me han recibido en mi cuarto. En la cocina, la pulcritud de mi frugalidad alimenticia. Y la cafetera permanente.

A duras penas voy siguiendo el "mito de Sisifo", que no es lo mejor que puedo hacer ahora precisamente y sin embargo...
El comienzo me parece claro y evidente: la toma de conciencia del absurdo como consecuencia de la fractura entre el individuo y el mundo. Hasta ahí todo bien, no hay motivos o motivaciones, de ahí todo el sinsentido, la intranscendencia, la indiferencia. Pero no se cómo se las ingenió Camús para acabar explicando que no hacen falta motivos para vivir, que Sísifo hace bien levantando una y otra vez la piedrecita y tomando conciencia del absurdo del asunto mientras baja a por ella.
Se me escapa entre los dedos esa explcación.
La ética personal de Camús es asombrosa.

sábado, 29 de enero de 2011

Sorpresa

Contra todo lo que esperaba, he abierto este espacio. Contra mi propia torpeza virtual, quiero decir.

No sé cómo será escribir aquí, una especie de ejercicio autista pero con visos de exhibicionismo, porque de no esperar eso, escribiría como siempre o donde siempre: en los cuadernos abandonados por mis hijos y llenos de páginas en blanco, en hojas sueltas de papel o en los bloc de notas virtuales que luego se me acumulan sin orden.

Hago un pequeño ensayo ahora, sin dar crédito al logro conseguido en esta mañana medio desperdiciada ya. Pero pensando que quizá ahora, cuando le dé al lugar de "publicar entrada", todo va a desaparecer de golpe.
¿Para qué quiero publicar nada de lo que se me ocurra, por otra parte?

Se ha terminado de hacer el flan que le voy a llevar a mi anfitrión a la comida a que he sido invitada...

Probar esto y salir.