martes, 29 de abril de 2014

La fragilidad de las burbujas



Quiero entrar nuevamente en la burbuja protectora
de un tiempo nuevo y nuestro,
de un mundo en exclusiva y a medida
donde poder hablar o no decir nada,
mirarnos o mirar por la ventana
buscando la constelación de piscis
y sentir el calor zigzagueando por la piel,
abrazarnos para zarpar juntos 
hacia un lejano sueño de espejismos,
de lluvia y fuego y viento...

Quiero lágrimas de felicidad
que me pongan una bolita de tibieza en la garganta.

Quiero...

Pero la almohada pone las cosas en su sitio.

Se apaga la luna.

sábado, 12 de abril de 2014

Sábado en grises


Se despierta a las siete. Demasiado temprano
para un sábado en grises.

Se pasa a ver si hay carta en el ordenador:
un sobre avisa que sí.
Echa en falta rasgar el papel
y estrujar los pedazos.
Dar a eliminar no basta.

Vuelve a la cama sorteando zapatos
dispersos. Trata de dormir un rato,
se levanta, se viste, baja al perro... 

El hombre del quiosco se restriega los ojos
al verla aparecer
tan gris y tan temprano.

Llueve, se moja, le da frío
se siente frágil como si fuera a diluirse
en un poco de agua.

Luego el día lo pasa así: 
medio con frío, medio con desaliento
buscando alguna excusa para sentirse
o casi enferma o casi triste...
las dos sensaciones juntas le parecen un exceso
o un derroche.