Frente a mí, un día de consistencia lechosa.
El blanco húmedo de la niebla lastra las alas de las palomas.
En mi viejo transistor suena "La suite del mandarín maravilloso" y Béla Bartók pone algo de lirismo en esta plasta.
Dibujo tres letras con el dedo en el cristal empañado
y la paloma del alfeízar aletea asustada.
Hermoso dibujo el que te inspiró Bartok María.
ResponderEliminarUn abrazo y que tengas un lindo día.
Gracias, Rafael.
EliminarUn abrazo para ti.
¡Poeta!
ResponderEliminarBeso.
Menuda palabra... para sonrojarme :)
EliminarGracias, José Mª.
Un beso.