viernes, 3 de febrero de 2012

Abrigo rojo


¡Qué tontería!
Yo quería tener un abrigo rojo y por fin me lo compré el viernes, aprovechando las rebajas. 
No me gusta comprar, nunca me ha gustado comprar. Sólo quería ese abrigo. Desde chica quise tener un abrigo rojo, pero siempre que me tocaba abrigo nuevo me compraban colores más discretos o más sufridos...
Hoy me lo puse -encantada- para ir a comer con unas amigas y me veía guapa y me sentí muy bien.
Siempre estoy bien con mis amigas. 
En cambio, el abrigo rojo de mis deseos ha pasado a segundo plano apenas me encontré con la primera dificultad: me estorbaba su diseño para montar en bicicleta. Es un abrigo para pasear o para ir en coche, un abrigo como de "señorita" comedida, qué sé yo... Para desplazarme en bici, no me lo puedo poner, eso es seguro.
Me parece que mi ansiado abrigo se quedará muchos días del invierno, pero muchos muchos, colgado en el ropero.

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