Tengo que seguir hablando contigo o me volveré loca.
No te puedo pedir respuestas
no cuento con estar en tu cabeza
ni en tu corazón
más allá de lo que puedas estar conmigo en tu recuerdo,
que será menor cada vez.
Cada día que pasa juega en mi contra.
Me cuesta abrir el correo, sabiendo
que ahora no estás nunca por ahí.
Por ningún sitio estás, y se me rompe el alma.
Sigo aquí, agazapada: si me llamaras iría...
Nos cruzamos como dos astros disparados al azar y,
como un milagro,
nuestras fuerzas imantadas se atrajeron.
Exactamente un milagro. Es tan vasto el universo...
¿Cómo fue que coincidimos?
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