miércoles, 2 de febrero de 2011

Tanteando siempre


Intento una vez más entender el mecanismo de este engendro. Estoy decepcionada por no saber entrar nunca en mi propio cuaderno. Llegar a una nueva entrada es algo brumoso que se me escapa cada día: no encuentro las llaves para abrir, ni la cerradura.
No es que tenga nada importante que decir, de hecho lo mejor sería no decir nada; pero es que me desespera que un cuadrado en blanco se me escape siempre. Debería fijarme en lo que hago cuando consigo entrar, para la siguiente vez, pero parece todo tan fácil...
Francamente, no sé para qué quiero yo esto. Bien, otra vez he conseguido entrar.



1 comentario:

Gracias por dejar tu comentario.