viernes, 18 de octubre de 2013

Mientras Patton rompía los naranjos


El general Patton cruzaba la ciudad con sus tanques 
rompiendo los adoquines y las ramas de los naranjos. 
Los soldados de uniformes grises y expresiones hieráticas
(figurantes compañeros de instituto) 
nos miraban desde una extraña lejanía de decorado bélico.

Yo pregunté qué habían hecho con la fuente de la plaza
y alguien contestó que la quitaron 
que los tanques necesitaban espacio.
Me fui de allí.

Ese curso estuvo marcado por el horario de rodaje,
por ejércitos de atrezzo dispersos por las calles 
con bullicio de fiesta
y porque huyendo de las batallas de claqueta
conocí en el puerto a César, 
desertor como yo de aquella guerra,
mi amor adolescente que duró 
todo un largometraje.

16 comentarios:

  1. Me ha encantado! creo que es de los mejores que he leído por aquí, normalmente suele gustarme un párrafo más que otro, este es perfecto.
    Gracias!!

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  2. Muchas gracias, Miguel, yo me siento encantada con tu opinión!
    Un beso.

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  3. Vaya, es un ejercicio sorprendentemente original. Tu dominio de la palabra y de los moldes de las historias es impresionante.
    Un besazo, compañera.

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    1. Besazo que nos daremos el viernes en la presentación de tu libro, como muy tarde.
      Gracias, amiga mía.

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  4. Es esperanzador que dos personas cogidas de la mano -y del alma- sean ellas solas capaces de vencer al mismísimo Patton. ;)

    Salud, compañera!

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    1. Es precioso lo que dices: imagino al belicoso y megalómano general derrotado por amor, y por el amor de otros :)

      Salud, Loam!

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  5. Sabes llevar magníficamente los relatos y finalizar los mismos con un toque sublime.
    ¡Felicidades!
    Un abrazo.

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    1. ¡Cuánto agradezco tus comentarios, Rafael, siempre tan amable!
      Gracias y un abrazo fuerte.

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  6. ¡ays, qué lindoooooooooooooooooooooooooooo!
    "...desertor, como yo, de aquella guerra..." cómo me gusta esta manera tuya de decir las cosas, hermana. Todo lo engrandece.
    (Será que eres Grande)
    Mil besos.

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    1. Será que miras con grandeza de alma, hermana... y eso engrandece mucho cuanto miras :)
      Muchos besos!!.

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    1. De esas que afloran cuando una menos se lo esperan...
      Gracias, Pepe.

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  8. Cómo me has engañado :-) Nunca pensé encontrar un texto como este, tras ese título que solo presagiaba sufrimiento, dolor, muerte… Y sin embargo me encuentro con la vida.

    Ojalá todas las guerras fueran de attrezzo y dieran cono resultado textos tan originales como este. Enhorabuena, cielo. Me ha gustado mucho.

    Besos y abrazos.

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    1. Me alegra muchísimo que te guste, Mari Carmen.
      Gracias por tu opinión que, como siempre, enriquece cuanto toca.

      Un abrazo enorme!

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  9. Sigo pensando que, si tú no eres una escritora profesional, la cultura esta muriendo un poco cada día.
    Gracias por tus "Pamplinas"
    Beso

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    1. Si alguna de mis pamplinas es capaz de llegar y de gustar a alguien, yo me siento feliz.
      Y encima sois unos cuantos...
      Y encima tú me dices eso...
      :)

      Gracias, 81 (emocionada)

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