miércoles, 20 de marzo de 2013

Piedra de lava



Me arrepiento varias veces por minuto de mi decisión de venirme a vivir aquí, donde, en días como hoy, el viento me golpea como si estuviera cabreado conmigo y yo me convierto poco a poco en piedra de lava, como todo mi entorno, para aguantar su embate. 

Pierdes el tiempo, me dicen. 
Es verdad, pierdo el tiempo criando algas. Me paso las horas muertas mirando el hipnótico bamboleo de las algas entre las rocas, y me sorprendo calculando lo que tardan en crecer, lo que tardarán en soltarse de su enganche en los fondos pedregosos, heridas de muerte. Las veo salir a golpe de ola a las escorias de la playa y formar enormes montones que se van descomponiendo con el paso de los días. 

Pierdes el tiempo, me gritan sobre el ruído del viento. 
Es verdad. Pierdo el tiempo escuchando el graznido de las gaviotas hambrientas, que dan vueltas sobre las barcas atadas a los norays y se lanzan en picado al agua para salir con los picos vacíos. 
Como nosotros, dicen los pescadores. 
Ellos están en el puerto vigilando por la seguridad de sus barcas, que el viento zarandea y lanza unas contra otras y todas contra los muros del muelle. Parece que vayan a partirse como cascarones de huevo. 
Algunos viejos tallan trozos de madera con sus navajas. 

María, métete en tu casa, me dicen, o te convertirás en piedra volcánica. Pero yo ya soy piedra que llega a las orillas del agua, como los bordes de esta sierra perdida.

Me arrepiento varias veces por minuto de mantenerme embrujada en el silencio hipnótico de las algas, en la soledad de mi aldea. Me digo eso y sé que no es verdad.

4 comentarios:

  1. ¡Y tanto que no es verdad! No has podido elegir mejor compañía que el mar (o la mar, que así la llaman quienes de ella viven).

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    1. ¿Verdad que sí? Es una buena elección, siempre sujeta a negociarla conmigo misma.
      Un abrazo, Loam.

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  2. Comparto una gran parte de tu relato en esa descripción marinera, ya que la he vivido intensamente por mi cercanía a la mar y a las gentes marineras, de quienes desciendo por vía paterna. Bonita descripción la que nos dejas María.
    Un abrazo y lindo jueves.

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    1. Gracias por compartir conmigo vivencias, recuerdos y páginas escritas.

      Un abrazo mientras la mala cobertura de esta zona me lo permite.

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