Te escribo, amor mío, para que tu presencia ficticia entre en el espacio de tu ausencia.
Para agarrarme un rato al salvavidas de tu nombre, que se aleja poco a poco sobre olas incansables, en la calima de los días... No puedo alcanzarlo y de pronto lo veo rompiendo el horizonte, tan lejos ya...
Nunca dijimos adiós.
Silencio.
El cuerpo me pesa, agotado "she is been walking, she is been talking..." y me acuesto y te pienso.
Absurdo. Absurdo...
Él sigue caminando, sigue hablando y se aleja
La canción continúa, la madrugada avanza... y yo no sé si quiero esta noche.
Otra canción, un poco de agua, "if you stay"... quizás ni soy.
Quizás lo mejor intentar cerrar los ojos y tratar de dormir, aunque sea con esos sueños y el salvavidas "de tu nombre que se aleja poco a poco..."
ResponderEliminarUn abrazo María.
Siempre hay algunos salvavidas a mano, Rafael, aunque sean inventados y sigan extrañas derivas.
ResponderEliminarFeliz noche, Rafael.