lunes, 3 de febrero de 2014

Cuando vuelven las palabras


Abrió de nuevo el grifo de las palabras.
Las dejó que fluyeran poco a poco, frase abajo,
hasta que llegaron a gotearme encima.

A veces sus palabras se amontonan
y atascan a empujones las cañerías del móvil.
A veces vienen sólo como un leve borboteo 
entre dos emoticonos 
como si me escurriera encima
un trapo mojado en melancolía.

Cuando presiento el ruído en los canales, espero 
y abro compuertas.

Al final las palabras lo han salpicado todo.
Han llenado de huellas de barro los rescoldos grisáceos.
Me han mojado las ganas.
Me dejan empapada de nostalgia
y tiritando.


(Fotografía de Leonard Andersson)

9 comentarios:

  1. Qué grande eres, hermana, qué manera de decirlo...
    "Empapada de nostalgia/ y tiritando",,, cuántas veces...
    Pero qué sosa sería la vida sin esos remojones.
    Besos, muchos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy aburrida sería, sí... Un chaparrón así, de vez en cuando, refresca bastante :)
      Evidentmán, ni me fijé en las comas, las vi talmente puntos, hasta ese extremo confío en tu hacer gramatical.
      Un enorme abrazo, querida.

      Eliminar
  2. Nota al comentario anterior: las tres comas que van detrás de las comillas son, evidanmán, tres puntos. Suspensivos, los puntos.

    ResponderEliminar
  3. Suele pasar que la nostalgia envuelve las palabras muchas veces, sin que nos demos cuenta.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Suele pasar, es un ropaje persistente, incluso cuando se dan por terminadas las historias que cuentan.

      Un beso, Rafael.

      Eliminar
  4. No son tan inofensivas como parecen, pero menos mal que tenemos los paraguas de la literatura y la locura para capearlas. Si aún siguen ahí, dando por saco, te aconsejo el trasnochado concurso de Eurovisión, o similares. La risa está asegurada.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las palabras van siempre cargadas, y cuando parece que no, todavía queda una en la recámara.
      Tengo paraguas eficaces pero algunos días me apetece un buen chaparrón, aunque quede luego chorreando :)
      Gracias, José Antonio.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Las palabras son un tetris que todo el mundo no sabe encajar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se aprende, o al menos combinamos los colores al gusto.
      Un abrazo, Pepe.

      Eliminar

Gracias por dejar tu comentario.