miércoles, 18 de julio de 2012

Un mundo le daría



Pasó por su lado sin mirarlo siquiera, pero él sintió que se paraba el mundo, que el cielo ardía. 


Devoto como un cofrade, seguía incansable sus pasos por las calles de Sevilla. Ella nunca lo miró, ni suavizó el gesto adusto de su rostro en algún tímido esbozo precursor de la sonrisa... Nada. 

Enloquecido de deseo, el poeta calculaba lo que daría por una mirada suya, por una sonrisa... Y no podía ni imaginarse lo que sería capaz de dar por un beso de aquella mujer esquiva.
 

2 comentarios:

  1. "...Por una mirada un mundo,
    por una sonrisa un cielo,
    por un beso...
    ¡Yo no sé qué diera por un beso..."
    Gracias por recordarme a Bécquer en esta noche con tus letras, María.
    Un abrazo en la noche.

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  2. Que me dio el punto romántico y recordé esa rima y el monumento a Bécquer en Sevilla: es un sitio solitario en medio de una ríada de personas por el parque...quizá lo conoces.
    Un beso, buen día.

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