martes, 1 de mayo de 2012

Oporto con claveles


Me rodea una multitud de personas con claveles rojos en las manos y caras dichosas. Detrás de mí se ve una pancarta: 

"25 de abril sempre. Fascismo nunca mais". 
Estoy sonriendo con dos claveles en el puño izquierdo levantado (llevo el mío y el suyo, para que él pudiera hacer esa foto). No miro a la cámara: miro directamente a J. con la mirada que siempre guardaba para él. La que guardo aún, aunque él no lo sepa y hayan pasado ya más de veinte años de esa foto y él apenas se acordará de mí y yo ni siquiera sé por qué me sigo acordando...


Querido J.,
he encontrado esta foto en un álbum lleno de fotos inclasificables.
No sé dónde estás; tampoco me importa demasiado. Hay vínculos que persisten al margen de distancias, de tiempo, de vida y de olvidos... (una gota salada cae al filo del teclado y la dejo resbalar hacia la tecla Ctrl, donde desaparece colándose por la rendija inferior).

Si al menos aún creyera en los bárbaros, podría esperar...

Estás ahí, detrás de esa cartulina de sonrisas ilusionadas que fotografiaste hace muchos años en una calle de Oporto.

Hoy, 1 de mayo, habrá otras fotos, otra gente en ellas. 
Yo sonreiré a la cámara digital de algún compañero. Luego volveremos a nuestras casas, defraudados una vez más y con la secreta esperanza de que lleguen de una vez los bárbaros, o que nos secuestre una nube de azúcar...

Volveré más tarde a mirar esta foto y a recordar dulcemente y a rezar en un susurro:
Coimbra, Guimaraes
Oporto con claveles
(25 de abril sempre
fascismo nunca mais)
Lisboa a media tarde
melancolía difusa
en las orillas de Tajo...

(Desaparecimos con el fin de la primavera)


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